contraseñas

Viene un hombre aparentemente normal y me pide una máquina. Todo bien, se la doy.
Está media hora y me hace cerrar la máquina. Yo ya estaba con una policía (que ya sepan que cada vez que hablo de un policia quiere decir que vino a hacer cuatro mil setecientas cuarenta y dos fotocopias) y mientras estaba intentando hacer equilibrio con los papeles a fotocopiar me pide que le cierre la máquina. Luego me pide que le vuelva a abrir, porque según él pueden ver sus contraseñas. O sea; Hay alguien que le roba las contraseñas. Se mete en internet y le saca todas sus contraseñas... Lo peor es que mientras hablaba y hablaba la policía estaba tentada, y cada vez que me miraba nos daban ganas de reirnos, porque además, por supuesto, el loco de las contraseñas le daba a la policía folletos sobre no sé qué.
Ahora, digo yo, ¿Quién esta más loco? ¿El hombre que cree que le van a sacar la contraseña, o el que usa un programa complicado para codificar una contraseña de un tipo de unos 50 años que vive en Argentina, en Moreno encima para poder leer sus mails "Hola, Jorgito, te habla Pedrito (no te habla, te escribe, ji ji ji!) para desearte feliz año nuevo. Pedrito"?