Puerta

Tengo en el locutorio una puerta con el seguro que se activa con un botón.

Es decir, viene la gente, se apoya en la puerta y yo aprieto un botoncito, que provoca un "kuiiiiii", lo que permite que la puerta sea abierta. Si yo no aprieto ese botón, entonces la puerta no se abre.

La gente, por alguna razón, teme de este gran invento, y no dejaba de sorprenderme de sus reacciones...

No dejaba de sorpenderme hasta que justamente me dejé de sorprender, porque el número de reacciones posibles es un número limitado. Cinco, para ser más precisa...



Están:



1) Los que intentan abrir sin esperar el "kuiiiii" y se golpean la cara contra el vidrio.

2) Los que empujan tanto que evitan el contacto del "kuiiiiii" y mientras más intentan, menos pueden entrar.

3) Los que golpean amablemente, y esperan a que abra.

4) Los que golpean insistentemente, y no esperan a que abra.

5) Los que sólo se apoyan esperando escuchar el "kuiiiii" (los amo).



Y supongo que existirá la raza que sabe el nombre real del "kuiiiii", pero aún no la he conocido.





Mientras tanto, disfruto de ser "kuiquera"