Siempre coca-cerda
El domingo entra una mujer al negocio, con una criaturita adorable y pasan por la cabina 1. Yo ya había preparado el limpiavidrios y el trapito (¡Me trajeron uno nuevo que no deja vetas!) para limpiar los vidrios, víctimas de la "tocada infantil desenfrenada". Miro desde el mostrador que es lo que sucede y sorprendentemente veo que el infante, ignorando sus impulsos naturales de tocar vidrios limpios con las manos llenas de keseyó, se sienta en la falda de su madre tranquilito y sin escándalos.
La mujer sale, viene a pagar. Son 60 centavos y ella me paga con dos monedas de 25 y dos de 5. Me empecé a sentir mal por haberla prejuzgado. Claramente si es tan bendita como para darme ¡Dos monedas de 5 centavos! (cuanta falta hacen...) no va a perjudicar el negocio dejando libre a las manos de su hijo.
Entra un hombre, me pide una cabina, le doy la 1 (sí, casi siempre doy la uno, es la que está más lejos de mí). Abre la puerta de la cabina y me dice "está mojado". Claro, yo había recién pasado el trapo, y estaba todo limpito y probablemente mojado también, pero un poquito nomás.
"Maricón" pensé. "Bueno, señorita, pase por la dos, ¡Maricón!" le dije (suprimir las palabras "señorita" y "maricón" para obtener la frase que en realidad usé). Pasan unos minutos y veo que de la cabina uno sale un líquido un tanto negro.
Ahí fue cuando comprendí la mentalidad de la gente estúpida. Todo se resume en: "Y, bueno... yo que sé".
Ejemplos:
"Vengo con mi hijo a hablar por teléfono. Tiro una coca-cola por todo el suelo y las paredes de la cabina. Y bueno... yo que sé. Pago y me voy. Creo que es lo correcto."
"Necesito fotocopias de la primera y segunda hoja. Me dió una sola hoja, por lo tanto... y, bueno... yo que sé, no me voy a poner a REVISAR la hoja. ¡La tendría que dar vuelta! Ah, bueno... que se yo [Esta es una variación del "y, bueno... yo que sé" N. de la T. de mentes estúpidas] mejor sigo ensuciando el mostrador con el azúcar impalpable de mi pastelito de dulce de leche, que obviamente no puedo dejar, y debo comer en este preciso instante"
Volviendo a la "mujer-cerdo-coca", tuve que pasar el trapo 6 veces porque no salía, y las moscas se apresuraron al festín. Incluso al día siguiente se veía algo marroncito bien pegado al suelo. ¡Y pensar que yo pensé mal de la criatura!
Etiquetas: 2006 (Ciber viejo)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home