¿Una monedita, por favor...?

¿¿DÓNDE ESTÁN TODAS LAS MONEDAS??

¡Parece increíble! Llego y hay una cantidad razonable de monedas, pero a medida que pasa el tiempo las monedas desaparecen y cuando ya sólo te quedan 5 monedas de 10 centavos, viene un tipo y me paga la llamada de 25 centavos con un billete de dos pesos!!

Peor, cuando es así, buscan entre todos sus billetes el billete de dos, y pasa los de 5, los de 10 y hasta los de 20.

Es que la gente tiene la idea errónea de que mientras más chico el billete mejor, pero si yo le pido monedas, caballero, lo mejor que puede hacer es ofrecerme un billete de 5!

-Estaba en la cabina 2-

-25 centavos-

-Tomá- (me da dos pesos)

-¿No tiene monedas por favor?-

-No, las dejé en casa-

-¿Un billete de 5?-

El hombre desorbita los ojos y trata de comprender el pedido

-¿¿DE CINCO??-

-Sí, ¿tendrá?-

-Sí...-

El hombre desorientado busca en su billetera sin comprender porqué está buscando lo que está buscando, y finalmente me entrega un billete de 5 pesos, con cara de confusión.

Vamos a ver porqué.

Curso avanzado de retenedor de monedas.

Si tengo que cobrar 25ctvs y me pagan con $2 tengo que dar de vuelto...

$1,75

Es decir... una moneda de $1, una de $0,50 y otra de 0,25 (en el mejor de los casos). O sea que con mucha suerte, yo perdería 3 monedas, porque también existe la posibilidad de dar todo el vuelto en monedas de 0,05 centavos, con lo cual perdería exactamente 35 monedas. Entonces puedo perder un promedio de 19 monedas.

Si tengo que cobrar 25ctvs y me pagan con $5 tengo que dar de vuelto...

4,75

En el mejor de los casos doy una moneda de 50 y otra de 25, en el peor 15 monedas de 5 ctv, es decir, un promedio de 8,5 monedas.

19>8,5

¿Se entendió?

-No-

Me imaginé.

Puerta

Tengo en el locutorio una puerta con el seguro que se activa con un botón.

Es decir, viene la gente, se apoya en la puerta y yo aprieto un botoncito, que provoca un "kuiiiiii", lo que permite que la puerta sea abierta. Si yo no aprieto ese botón, entonces la puerta no se abre.

La gente, por alguna razón, teme de este gran invento, y no dejaba de sorprenderme de sus reacciones...

No dejaba de sorpenderme hasta que justamente me dejé de sorprender, porque el número de reacciones posibles es un número limitado. Cinco, para ser más precisa...



Están:



1) Los que intentan abrir sin esperar el "kuiiiii" y se golpean la cara contra el vidrio.

2) Los que empujan tanto que evitan el contacto del "kuiiiiii" y mientras más intentan, menos pueden entrar.

3) Los que golpean amablemente, y esperan a que abra.

4) Los que golpean insistentemente, y no esperan a que abra.

5) Los que sólo se apoyan esperando escuchar el "kuiiiii" (los amo).



Y supongo que existirá la raza que sabe el nombre real del "kuiiiii", pero aún no la he conocido.





Mientras tanto, disfruto de ser "kuiquera"

Mechicabota Reloaded

Muchos me lo dijeron, pero yo me negué.
Muchos otros me suplicaron, pero yo lo rechacé.
Tantos lo asumieron, pero yo decidí que no.

Hasta que sucedió...

Estoy trabajando en otro ciber-locutorio, y la gente se comporta de manera muy extraña.

¿Qué es lo que pasa? No estoy de acuerdo con resucitar una idea vieja, aunque todo mundo me pedía que lo hiciera. Hasta que me dí cuenta que inconscientemente empecé a hacer clasificaciones de la gente. Quizás me explique de mejor manera luego, pero por el momento decidí reabrir mi blog, cosa que estuve pensando muy seriamente durante dos semanas. Lo que sí, tengo miedo de que lo que vaya a escribir no sea tan bueno como lo que escribí antes, por eso he decidido hacer un compromiso conmigo y con todos los lectores de este blog (que aunque está muerto hace casi un año sé que son muchos). Si lo que escribo no está a la altura de lo que escribí antes, borraré todo aquello que haya escrito (excepto lo viejo, por supuesto). Compromiso 2006... ah, no eso era de CTI, bueno... no importa.


Gracias a todos los que me apoyaron y...

Vamo' pa' delante!!